Susanne Nagel
Yo utilicé la primera silla, que obtuve para mi primer caballo, durante mucho tiempo. Comprada de buena fe, en una tienda que la vendió de buena fe, para “un caballo”.
Empecé utilizándola con un potro de 3 años (el cual a los 12 años tuvo “un problema de espalda”, (cuyo motivo nunca se supo muy bien), luego pasó a un caballo musculado de raza silla francés (que tropezó mucho y no se supo por qué) y finalmente a un fino y elegante Purasangre Inglés con una cruz elevada (que, al querer venderlo, lo tuve que regalar porque los gastos del fisioterapeuta superaban el valor del caballo).
Ni el último, ni ninguno de los otros dos caballos indicaron nunca ningún problema con la silla y yo estaba la mar de a gusto con mi silla de toda la vida. Que el último caballo movía la cabeza arriba y abajo mucho al galopar lo taché como un problema de moscas o algún vicio que hubiera cogido el caballo.
Hasta que (entonces viviendo en Sudáfrica), me topé con una “saddle fitter” (“¿Una qué?”) – saddle fitter – ajustadora de silla – , que me dijo: “¡Ni un día más montas tú ese caballo con esa silla!”.
Y yo me pregunté: “¿Por qué”?
Ahora, unos años después del “por qué” y después de haber estado estudiando el tema del ajuste de sillas, después de haber hecho el curso sobre la biomecánica del caballo y del manejo del EQUIscan y de haber estado debajo de la tutela de un quiropráctico equino, me avergüenzo de mi ignorancia que duró varias décadas, y más que nada: Siento muchísimo no haber tenido un mínimo de entendimiento antes. Antes de haberme (posiblemente) cargado a 2 ó 3 caballos. Pero ¿cómo lo iba a saber, si nadie me dijo nada?
Decidí encontrar una solución al malestar de los caballos y los jinetes y pasar la información.
Mi deseo y mi meta es difundir lo aprendido al máximo de personas que estén preocupadas por el bienestar de su caballo (y el suyo propio). Por eso creé la empresa BIENESTARCABALLO, a través de la cual ofrezco seminarios sobre la importancia del ajuste de la silla para el caballo y para ti, enseño cómo medir el dorso del caballo para comprobar el ajuste de su silla, y aconsejo y pretendo ayudar a las personas a buscar soluciones para todo ello.
Desde arreglar la silla existente, hasta el encargo de una silla exactamente a medida. Y con eso no paro: Ofrezco la comprobación y el ajuste de la silla regularmente, para ajustarla al estado actual del caballo.
Cuento con la excelente colaboración del veterinario quiropráctico equino Mario Soriano (mariosoriano.com), del veterinario equino Matthias Lechthape-Gruter de MLG Servicios Veterinarios. Y todos pensamos en una cosa:
¡En el bienestar de los caballos!
Susanne Nagel